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Icono no 56
Tamaño : 28 x 22 cm.
Tableta de tilo
Tempera. Aureola dorada a la hoja de oro.
Nacida en Egipto en el siglo V, llega a Alejandría alrededor de sus 12 años. Vive una vida disoluta hasta la edad de 29 años. En ese momento sigue a peregrinos hasta Jerusalén. La guían hacia la basílica de la Resurrección, el día de la Exaltación de la Santa Cruz. Pero una fuerza invisible y sobrenatural le impide entrar. Ella comprende que es la impureza de su vida que es un obstáculo. Se vuelve entonces hacia la Madre de Dios, representada por un icono, le pide interceder por ella y puede por fin entrar en la basílica y venerar con fervor la Santa Cruz. Una voz le dice: “Si tú pasas el Jordán, encontrarás descanso.”
Comulga, pasa el Jordán y se interna en el desierto donde permanece 47 años sin encontrar ningún hombre ni animal. Hace penitencia. A continuación encuentra a San Zósimo, le cuenta su vida y le pide que vuelva al año siguiente, el Jueves Santo, con la santa Comunión sobre las orillas de Jordán.
Habiendo comulgado con lágrimas, Santa María la Egipcia le da cita al año siguiente en el lugar de su primer encuentro. San Zósimo volvió, y encontró el cuerpo de la santa extendido en tierra, los brazos cruzados y la cara vuelta hacia el este. Sobre el suelo una inscripción de manos de la santa le pide enterrarla allí. Pero él no puede hacerlo ya que el suelo es demasiado duro. Entonces un león se acerca, lame los pies de la santa y cava una fosa.
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