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Icono no 41
Tamaño : 25 x 32 cm.
Tableta de tiglio
Tempera
Nacido en Capadocia, San Jorge pierde a su padre a los 10 años. Su madre, cristiana a espaldas de su marido, vuelve a Palestina y educa a su hijo en la fe. A los 18 años, se alista en el ejército y llega rápidamente a tribuno de la guardia imperial. Cuando Diocleciano (cerca del 304) desencadena la Gran Persecución, San Jorge distribuye sus riquezas, libera a sus esclavos y va a la corte a hacer críticas al soberano. Negándose a sacrificar a los idolos, San Jorge es golpeado en el vientre por los soldados cuyas lanzas se vuelven milagrosamente blandas. Pero pierde su sangre. Pasa la noche en la cárcel con una piedra pesada sobre el pecho. El día siguiente, se lo hace girar sobre una rueda provista de cuchillas. Pero San Jorge no deja de dar gracias a Dios. Entonces un Ángel lo libera y lo cura.
A continuación es echado en cal viva y sale sano y salvo. El pueblo clama:"Que grande es el Dios de Jorge!"
A continuación San Jorge es conducido a un templo donde los idolos caen al suelo cuando los saluda con la señal de la Cruz.
Finalmente decapitado, el cuerpo de San Jorge es llevado a Palestina donde es venerado por su valentía en el combate, su paciencia en la prueba y su confianza en el Señor.
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